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    Cebada Perlada. Otro regalo de la Madre Natura

La cebada pertenece a la familia de la Poaceae, y se trata de un cereal que puede convertirse en un magnífico y buen sustituto para aquellas personas que padecen intolerancia a la harina común (intolerancia al gluten). Es un cereal cultivado desde muy antiguo. Existen evidencias de que hace más de 4.000 años ya se consumía en regiones como Abisinia o Nepal. Existen variedades de cebada, como es el caso de la “perlada” o la “mondada”, aunque en el caso de los platos y recetas la más utilizada es la “mondada”.
Es un cereal delicioso y ciertamente nutritivo. Posee una alta riqueza en fibra, de forma que el grano de cebada actúa como complemento dietético ayudando para disminuir los niveles de colesterol alto, a la vez que ayuda a evitar problemas de estreñimiento. Según recientes investigaciones, se tiene constancia que la cebada ayuda a controlar los niveles elevados de azúcar en la sangre, al tener un bajo índice glucémico. La Harina de cebada malteada resulta beneficiosa para aquellas personas que padecen de intolerancia a alimentos con harina.
Eso sí, aquellas personas que tienen hipersensibilidad a la harina de cebada o que son alérgicas, o bien a la cerveza, deberían evitar el consumo de este tipo de productos.


Cebada Perlada
La cebada es uno de los cereales que han sido cultivados desde la antigüedad y fue un alimento infaltable en las sopas invernales de otros tiempos, cuando hacerlas era cumplir con el rito de iniciar los menús con una comida espesa, sinónimo de calidad y nutrición. Las costumbres y la publicidad desviaron la elección de este cereal hacia otros y en la actualidad la noble Hordeum vulgare se destina mayoritariamente a la alimentación animal y a la elaboración de whisky y cerveza, aunque no falta en las mesas naturistas y vegetarianas, que reconocen sus valores alimenticios. No es necesario seguir una corriente dietética para incluirla, y de ello dan cuenta los profesionales de la salud, que recomiendan el empleo de la cebada para todas las edades, teniendo en cuenta la suma de nutrientes que aporta al organismo.
Se encuentra disponible como:

  • Cebada entera.

  • Cebada perlada (es la que más se consume en cocina).

  • Harina o sémola.

  • Cebada tostada y molida.

  • Copos de cebada.

  • Malta (subproducto de la cebada).


La harina o sémola se obtiene moliendo los granos -sin la cáscara exterior-, y los copos, aplastándolos. Se suele añadir a sopas como espesante. No es fácil de conseguir, aunque los molinillos de café son un recurso sencillo y rápido. para reducir la cebada perlada a polvo y agregarlo a la masa para hacer pan, ya que la en sí misma no es panificable. Es de sencilla aplicación, económica y rendidora. Como todo cereal entero, requiere de una o dos horas de remojo antes de llevarla a la cocción. En caso contrario, prolongar el tiempo sobre la llama hasta que esté bien cocida. Se hierve calculando 5 partes de líquido para una parte de cebada. La sal se agrega al final porque retarda su terneza. Con abundante caldo, es una excelente sopa. Si se lo reduce para que resulte más compacto, se obtendrá un apetitoso guiso para servir con cuchara. Aporta importantes beneficios:

  • Previene el envejecimiento celular.

  • Permite mantener el correcto equilibrio del agua corporal pues evita tanto la deshidratación como la retención de líquidos.

  • Colabora en el mantenimiento de un buen peso corporal.

  • Las isoflavonas que contiene brindan protección para la mujer, tienen la capacidad de funcionar de manera similar a los estrógenos.

  • Protege la salud del corazón por su baja cantidad de grasas y su contenido en ácidos grasos esenciales, vitaminas, minerales y fibras.

  • Permite controlar la glucemia (nivel de azúcar en sangre).


 

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